La presión causa incomodidad, dolor, distracción, silencio, temor y cambios. Si miramos la vida de Lot y su ejemplo vemos presiones de la sociedad, su familia, temores del futuro y la incertidumbre de lo desconocido aún cuando era instrucción directa de Dios. La realidad es que a través del ejemplo de Lot vemos como NO responder a las presiones del mundo. Tenemos que ser hombres y mujeres de carácter en todo momento. Aprender a ser sabios al responder y reaccionar a las presiones del mundo y cuidadosos de nuestro hogar y nuestros hijos ahora más que nunca. Por último, tenemos que mantenernos firmes confiando en Dios sin importar los retos que enfrentamos. Siempre recordándonos que los retos son oportunidades para que Dios obre en GRANDE en nuestras vidas y familias.