Es importante que como creyentes la revelación de Cristo vaya más halla que solo un conocimiento tradicional. El hecho de que asistimos a la iglesia y conocemos escrituras no es nada si no tenemos a Cristo en lo más profundo de nuestras vidas. Como hijo/hijas de Dios tenemos que permitir que la revelación de Pablo, Cristo vive en mí, sea una realidad que nos confronte y nos guíe cada día. Si Cristo vive en mí, soy nueva criatura, soy, templo de Dios, me rindo a su voluntad, Cristo es más que suficiente, me alejo del pecado, estoy dispuesto a sacrificar por otros y soy más que vencedor.