¿Cuantos podemos testificar de las veces que hemos visto a Dios obrar milagrosa mente? Momentos donde su palabra nos hablan claro a lo que estamos atravesando y la victorias que estamos celebrando.Son momentos donde en adoración sentimos su presencia tangible y la obediencia se nos hace muy fácil. Pero… ¿que tal en esos momentos donde sentimos que no todo va bien? ¿Cuando sentimos que Dios está lejos? Las mismas escrituras y los momentos de adoración que nos daban gozo no nos animan como antes. ¿Será que Dios se aparta de nosotros?